Un Aeropuerto “Épico” para la Ciudad de México
El miércoles pasado, el Secretario de Comunicaciones y Transportes de México, Gerardo Ruiz Esparza, inició el discurso oficial acerca del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México en el marco de la presentación de los Avances y Retos del Plan Nacional de Infraestructura 2013-2018.
Sin duda, el proyecto del nuevo aeropuerto es una obra que ha atraído la atención del mundo dado su magnitud y, en las palabras del afamado arquitecto del proyecto, el británico Lord Norman Foster, ganador del Premio Pritzker
(lo más importante en cuanto a la arquitectura) en 1999, será uno de
los: “aeropuertos épicos del mundo”, y el tercer más grande.
Las cifras mismas del nuevo aeropuerto destacan la importancia del proyecto:
tendrá cuatro veces más capacidad del presente aeropuerto capitalino al
poder recibir 120 millones de pasajeros al año, también habrá tres
veces más de la capacidad del aeropuerto actual en términos de la carga
aérea, y tendrá un costo de 168 mil 800 millones de pesos, de los cuales
120 mil millones serán aplicados para la construcción de la terminal,
torre de control, pistas y las instalaciones auxiliares.
Debido a la magnitud de la obra y las características técnicas de la misma,
el nuevo aeropuerto aterrizará para consolidar a la República Mexicana
como una de las plataformas logísticas más importantes del mundo al
mismo tiempo que proveerá beneficios sociales, económicos, hidrológicos y
ambientales a la región Oriente de la capital de la República.
Al momento de anunciar el proyecto ganador por el nuevo aeropuerto, el titular de la SCT lo calificó como:
“moderno, vanguardista, que expresa gran dosis de simbolismo mexicano, y
que será -sin duda- un referente a nivel mundial y una gran puerta de
entrada a nuestro querido país”, añadiendo que el proyecto fue votado
como ganador de forma unánime por parte del comité evaluador.
Los Arquitectos
Después de una licitación pública, el comité de especialistas escogió el proyecto encabezado por Norman Foster,
cuyas obras anteriores incluyen los aeropuertos de Stanstead
(Londres-1991), de Hong Kong (1995) y el de Beijing (Terminal 3-2007) y
quién trabajará el proyecto en asociación con Fernando Romero Havaux, yerno
del famoso magnate mexicano Carlos Slim, el hombre más rico del mundo
según la última edición de los 100 Personas Más Ricos del Mundo de
Forbes, y también participará la empresa Netherlands Airport Consultants (NACO).
Por su parte, Romero diseño el famoso Museo Soumaya (cuyo dueño es Carlos Slim) de la capital mexicana y el Centro de Convenciones para el G20, en Baja California, entre muchas obras más.
Entre los otros candidatos en el proceso de la licitación (ocho totales)
fueron arquitectos como el iraquí Zaha Hadid, el británico Richard
Rogers, y el arquitecto y pintor mexicano Teodoro González de León,
Gensler de México y Legorreta+Legorreta, también de México, entre otros.
Los Estudios
Lo más destacadas de las organizaciones que fueron encargados con los estudios pertinentes es la MITRE,
la cual hizo 17 de un total de 57 estudios, y cuya reputación -en
términos del sector aéreo- lo ha llevado a hacer proyectos en varios
países de américa latina, incluyendo Argentina, Brasil, Ecuador, México,
Panamá, Perú, Uruguay y Venezuela.
Como un ejemplo de su reconocimiento, MITRE trabaja con el gobierno
estadounidense en el Next Generation Air Transportation System (NextGen),
lo cual busca modernizar el sector aéreo estadounidense. Otras
participantes en los estudios incluyen Arup, la firma británica pero con
dimensiones globales en cuanto a la consultoría, la ingeniería y el
diseño.
También en la lista de participantes es la empresa Parsons, una estadounidense que ofrece trabajos de
ingeniería, construcción, sistemas y recursos de integración, gestión
de proyectos y programas, así como servicios ambientales a una amplia
gama de clientes globales; en éste caso la empresa fue la que llevó
acabo el estudio del financiamiento y, según el periódico nacional El
Universal, ha alcanzado un acuerdo preliminar con el gobierno mexicano
para que administre el magno proyecto.
Entre los otros estudios, cabe mencionar que la Organización de Aviación Civil Internacional (ICAO
por sus siglas en inglés) ha realizado estudios aeronáuticos,
hidrológicos e ambientales; también ha participado en los estudios la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA por sus siglas en inglés), mientras otros estudios se llevaron a cabo con el apoyo de la Universidad Nacional Autónoma de México y del Politécnico Nacional.
En suma, otros estudios se dedicaron a los usos del suelo, de ingeniería y arquitectónicos,
así como de la conectividad para las vialidades necesarias, y la
incorporación de transporte masivo. Del total de los 57 estudios, unos
40 se han llevado a cabo desde el inicio del presente gobierno.
La Ubicación
En una conferencia de prensa, el pasado 05 de septiembre, el titular de la SCT anuncio que después de ocho meses de análisis,
uno de los estudios llevado a cabo por MITRE -a petición del gobierno-
en el sentido de analizar la posibilidad de adecuar la ubicación del
proyecto del nuevo aeropuerto dentro de los terrenos propiedad del
Gobierno Federal en el oriente del Valle de México finalmente tuvo una
respuesta positiva.
La respuesta positiva por parte de MITRE viene después de haber llevado a cabo las simulaciones pertinentes
que resultaron en la determinación que sí se puede caber el Aeropuerto
dentro de dichos terrenos siempre y cuando tiene una orientación de
norte a sur/sur a norte.
Los terrenos Federales que se van a usar para el proyecto cubren una superficie total de 12 mil 500 hectáreas,
de los cuales 4 mil 640 serán destinados a la construcción del nuevo
aeropuerto y queden a sólo 10 kilómetros al oriente del presente
Terminal aéreo.
El Diseño
Durante la presentación del proyecto el pasado miércoles, el arquitecto británico Norman Foster
destaco que el aeropuerto es único en su diseño, eso debido a que no
tendrá paredes verticales, ni columnas: “se trata una estructura que
vuela y abre camino en su género”.
Por su parte, el arquitecto mexicano Fernando Romero destacó que el proyecto del nuevo aeropuerto está basado en el escudo mexicano del águila devorando a la serpiente.
Al llegar al aeropuerto, que tendrá un espacio de 555 mil metros cuadrados,
los visitantes serán recibidos por un jardín de cactáceas que formará
parte de la zona de acceso -lo cual representará a la serpiente- para
dirigirse a sus puertas de salida por vía de pasillos que medirán no más
de 170 metros, todo bajo un bajo un techo de acero y cristal ligero que
-según los arquitectos- evocará al águila con sus alas abiertos en
vuelo.
Más específicamente, el arquitecto Norman Foster dice que debido a los materiales que se van a usar para construir el techo
-simples y ligeros- se hace posible que el techo del nuevo aeropuerto
de la ciudad de México tendrá un gran claro, considerable altura, un
tercio de la masa y tres veces la luz de un aeropuerto típico, pero
sobre todo, hermoso y una gran experiencia.
Mientras tanto, en la página oficial de la empresa Netherlands Airport Consultants, dice lo siguiente:
“Todo el edificio cuenta con los servicios abajo, liberando el techo de
conductos y tuberías y revelando la piel del medio ambiente. Esta
estructura trabajador aprovecha el poder del sol, recoge agua de lluvia,
proporciona sombra, dirige la luz del día y permite vistas, al mismo
tiempo la consecución de un sobre de alto rendimiento que cumple con
altos estándares térmicos y acústicos. El diseño LEED Platinum trabaja
con el clima templado y seco de la Ciudad de México para llenar los
espacios terminales con aire fresco utilizando los principios de
ventilación por desplazamiento. Para una gran parte del año, las
temperaturas cómodas serán mantenidos por casi 100% del aire exterior,
con poco o ningún calentamiento o enfriamiento adicional requerido”.
En la misma página Web, Lord Foster describe el nuevo aeropuerto de la siguiente forma:
“"La reinvención de la terminal aeroportuario de Stansted (Londres) en
la década de los 90 fue emulado en todo el mundo - este (aeropuerto)
rompe con ese modelo por primera vez. Es el pionero de un nuevo concepto
para una gran luz, recinto único del aeropuerto, que permitirá alcanzar
nuevos niveles de eficiencia y flexibilidad, y será hermoso. La
experiencia para los pasajeros será única. Su diseño proporciona un
recinto lo más flexible posible para acomodar el cambio interno y un
aumento en la capacidad. México ha aprovechado realmente la iniciativa
de invertir en su aeropuerto nacional, la comprensión de su importancia
social, económica y la planificación para el futuro. No habrá nada que
se le parezca en el mundo".
La Sustentabilidad
En cuanto a la sustentabilidad del proyecto, para corroborar el buen diseño del mismo en términos ambientales, capaz que sea suficiente mencionar que la terminal aérea tendrá la certificación LEED
(Leadership in Energy and Environmental Design) en la categoría
‘Platinum’, lo cual es el más alto grado de sustentabilidad otorgado por
el Concilio de Construcción Verde de Estados Unidos, y será el
único aeropuerto del mundo en recibir tal galardón. Por cierto, en todo
la República mexicana sólo hay siete edificios que han sido reconocidos
con la categoría ‘Platinum’ de ese galardón.
Durante la presentación del proyecto, también estaba presente el titular de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), Juan José Guerra, quien comentó que será un "pulmón" para el Valle de México; mientras tanto, el titular de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), David Korenfeld,
comentó que el nuevo aeropuerto "no sólo va a venir a mejorar el medio
ambiente de la Zona Oriente, sino va a ser todo un pulmón importantísimo
al Valle de México".
Además, el aeropuerto tendrá uso de la energía que saldrá del proyecto
de biogás que provendrán de los tiraderos en la zona oriente, que
pronto se cerrarán; en cuanto a la energía eléctrica, el proyecto
incluye fuentes de energía solar, y en cuanto al agua, el pasado
viernes, el titular de la Conagua destacó en una conferencia que “habrá
24 nuevas plantas de tratamiento que proveerán agua limpia para el riego
agrícola en la zona y también para otro tipo de circunstancias de
operación dentro de lo que es el propio aeropuerto”. En fin, la
operación del nuevo aeropuerto será con 100% energía limpia y el agua
utilizado en las instalaciones será 100% de aguas residuales tratadas
para dar una huella de carbón neutral, el primer aeropuerto fuera de
Europa que puede presumir eso.
Mientras tanto, en los alrededores del nuevo aeropuerto habrá una zona de esparcimiento
que comprenderá de un área cuatro veces más grandes del Parque de
Chapultepec de la ciudad de México. Además, el gobierno planea comprar
700 hectáreas de los ejidatarios de San Salvador Atenco donde, según el
secretario de Desarrollo Agrario, Territorial e Urbano, Jorge Carlos
Ramírez, se planea dedicar los terrenos a la creación de una reserva
ecológica (bosque metropolitano) para cumplir con las expectativas de
dichos ejidatarios, lo cual -si todo va como se planea- sería ubicado al
lado oriente de las nuevas instalaciones.
Y si eso no fuera suficiente, el proyecto del aeropuerto también contempla la recuperación ambiental de su entorno;
trabajos con este fin incluyen la sanación de nueve ríos de la zona
oriente y un proyecto hídrico “sin precedente” para aumentar la calidad y
cantidad de los cuerpos de agua en la región, así como nuevos sistemas
de drenaje, todo con el objetivo de prevenir inundaciones en el Valle de
México.
Los Empleos
De forma directa, se estima que habrá la creación de 160,000 empleos a raíz del proyecto y el Sr. Gerardo Ruiz Esparza,
quien encabeza la SCT, en su informe el pasado 03 de septiembre,
precisó que para cada millón de pasajeros que reciba el aeropuerto, se
generarán mil empleos directos y 3 mil indirectos, lo cual significa que
al término del proyecto, habrá otras 120 mil empleos directos y hasta
360,000 indirectas.
Ayer (domingo) en la mañana, el titular de la SCT, durante una conferencia en el Estado de México, mencionó
que el señor Presidente de la República ha dado instrucciones de
instalar en las cercanías del nuevo aeropuerto “la Universidad
Aeronáutica y otras escuelas técnicas que vayan capacitando a los
jóvenes de la región para que sean los primeros beneficiados de este
gran proyecto, no se le ve sentido a este proyecto si no tiene un gran
impacto social en la región, un impacto de desarrollo humano en la
región, de desarrollo profesional y de desarrollo económico en la
región”.
Los Costos
Según el gobierno mexicano, el proyecto del nuevo aeropuerto será autofinanciable y autosustentable
debido a que parte del financiamiento será aportado por los ingresos
del actual aeropuerto, así como las nuevas instalaciones una vez que se
empiezan las operaciones. Los ingresos del presente aeropuerto
representan un monto de 8 mil 300 millones de pesos anuales, y del
total, 55% proviene del cobro de la Tarifa Única de Aeropuerto (TUA).
Además, según otros medios, el presente aeropuerto tendrá ingresos adicionales durante este año
por cerca de mil millones de pesos provenientes del concepto de
ingresos por el pago de rentas de los espacios comerciales de la
Terminal 1.
Sin embargo, el gobierno federal aportará una inversión de 168 mil 800
millones de pesos en el proyecto de la nueva terminal aérea; para la
primera etapa, los fondos designados en el presupuesto de Egresos de
2015 suman 16 mil 219 millones de pesos, cantidad que será dividido
entre dos secretarias: la SCT y el Conagua, con 10 mil 371 millones y 5
mil 845 millones, respectivamente.
El costo total del proyecto, según el director financiero del Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México,
Federico Patiño Márquez, se puede recuperar en un plazo de 20 años, con
los ingresos del presente y del nuevo aeropuerto y así las
instalaciones de la nueva terminal se quedarán como propiedad del
gobierno de la República.
Las Dos Etapas
Según la página web oficial del proyecto, en la primera etapa habrá tres pistas,
una terminal, un torre de control y una capacidad cercana a los 50
millones de pasajeros; “prácticamente con esta primera instalación se
puede duplicar la capacidad del aeropuerto actual”, según el titular de
la SCT.
Dos de las tres pistas serán de una longitud de 4,5 kilómetros, y tendrán una separación de 1,3 kilómetros,
así permitirán el funcionamiento simultáneo; mientras tanto, la tercera
pista será de 4 kilómetros y serviría como alternativa en caso de
alguna dificultad con las otras pistas.
La primera fase tendrá un calendario de unos cinco años para terminarse
(2020) y permitirá un incremento en las operaciones por hora, los
cuales se crecerán del presente 58 a por lo menos 89 por hora, eso a
través de 118 plataformas de aeronaves para llegar a un total de 410 mil
operaciones al año.
En la segunda etapa, se planea contar con seis pistas y tres edificios terminales, que ofrecerán conexiones a la ciudad capital con un tren o un sistema similar a un metrobús.
Para el año 2040, se estima que las nuevas instalaciones aéreas podrán recibir hasta 85 millones de pasajeros
con el incremento en la demanda y para el final del proyecto, el nuevo
aeropuerto ofrecerá muchas opciones de embarque, 94 de contacto y otras
42 remotas, lo que facilitará la llegada y salida de unos 120 millones
de pasajeros al año para el 2050, colocándolo así -en cuanto al
movimiento de pasajeros- entre los tres aeropuertos más grandes del
mundo.
por Allan Dawson – Lunes 08 de septiembre, 2014
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